La encina


Rima libre

martes, 30 de septiembre de 2014 | Hay 0 comentarios

La rima consonante del unico soneto de mi vida, no volvio a repetirse. Cuando empezó en Salamanca mi nueva vida, me dejé en libertad. Porque no quise - y tampoco podía- aprisionar los versos que asaltaban de pronto mis ratos de oración. Cuando vuelvo a leer estos poemas, olvidados durante tantos años, de inmediato me llevan al momento concreto en que los escribí. Y me veo contemplando la noche, a través de la estrecha ventana de la habitacion, o sentada a la mesa meditando.O en viaje contemplando el mar, o en el coro de alguna capilla silenciosa. Y me resulta extraño comprobar que es ahora, después de un largo recorrido, cuando comprendo un poco lo que escribía entonces. Diria que es un misterio si no estuviera convencida de que nadie es poeta sino Dios. Para no cansaros más por esta vez, dejo paso a algunos de los primeros versos de rima libre que escribí a poco más de un año de entrar en Salamanca. MURALLA Si lo quieres, Señor, Yo cerraré mis ojos Y cruzaré mis manos ante ellos, Para hacer más espesa la muralla Que me aleje de todo lo de afuera, Que me lleve sin miedo más adentro, a espaldas de este mundo, Hacia mí misma. Caminando hacia el alma en busca tuya. En plena soledad, en pleno olvido. Si! Cerraré los ojos Y cruzaré mis manos ante ellos Para hacer más espesa la muralla Que guarde mi silencio Y tu silencio. Abril 1966 QUIERO SER NIÑA Quiero ser niña, Padre, Y niña tan pequeña Que no sepa ni andar, ni eso siquiera. Quiero ser niña, Padre. Y no daré ni un paso Si no estoy bien segura De que Tu, frente a mí, me estas llamando, Los brazos extendidos, Para evitar tropiezos y caídas. Quiero ser niña, Padre, niña siempre. Que sepa con mi llanto inconsolable Ganarme una sonrisa tuya ,Padre, Cuando al llegar la noche, Solo pueda entregarte con mis lágrimas Todas las gracias que me diste al día, Rotas como juguetes, Por no saber jugar a mil renuncias… Quiero ser niña, Padre, y de tu mano, Andaré sin temor todas las rutas. Ejercicios espirituales para mi Primera Profesion. 1967.


Mi "denario" poético

martes, 16 de septiembre de 2014 | Hay 1 comentarios

Cuando Dios repartió a raudales la inspiración, creo que gotas perdidas salpicaron mi alma. No mucho más. Lo suficiente, pienso, para rimar rezando, o al contrario. Lo he descubierto ahora, cuando he intentado librarme de todos los papeles que vengo acumulando año tras año, para hacer más ligero mi equipaje. He pasado unos días deshaciéndome de agendas y recuerdos, la vida escrita en ellas, las penas y alegrías, los encuentros y los desencuentros. Convirtiendo el corazón sin darme cuenta en el único lugar que guarda todo. “Esto va al corazón, y esto también”-me voy diciendo: y he descubierto que el corazón se ensancha sin medida. Que todo cabe en él. De una agenda salvé esta única frase: “Las horas y los días, los meses y los años se suceden y nada queda sino Dios y lo que hayamos hecho por El.” Ni siquiera recuerdo de quién es, pero me la repito mientras destruye el fuego mis agendas abiertas, y mientras voy rasgando las hojas de cuadernos antiguos. Al dar con los poemas escritos años atrás, he pensado: ¿Mi “denario poético“ enterrado en la arena ? Tal vez esté aún a tiempo de compartir con alguien lo recibido entonces. Puede que ya sea tarde porque son otros tiempos y el lenguaje de hoy, por supuesto, no es el mismo. Pero siempre será mejor que enterrarlo de nuevo. Así que aquí me tienen. Y si no sirven, yo habré intentado al menos, por si acaso, duplicar mi “denario”. No es fácil lo confieso. Me veo, me reconozco en Salamanca, leyendo, tímidamente, con música de fondo, allá en la biblioteca, la víspera de cada acontecimiento… Comienzo por un soneto, escrito antes de entrar en el noviciado. Hacia septiembre de 1964. CRUZ Escrito en Villa del Campo (Cáceres) Miré dentro de mí entre la espesura De mi alma, que marcha hacia el abismo Y he visto que llevé con pesimismo La cruz que Tú me diste con dulzura. Y he pensado, Señor, con amargura, Qué grande y fiero ha sido mi egoísmo Rechazando mi cruz, cuando Tú mismo Por mí sufriste cruz mucho más dura. Hoy te pido que llenes de valor Mi corazón, Señor, que está llorando. Si quieres, en mi cruz, pon más dolor, Que aunque mis hombros lleve ya sangrando, Quiero pagarte con mi amor tu amor, Siempre en la vida hacia tu cruz mirando.


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